jueves, 11 de septiembre de 2014

Paralizan las ayudas al campo tras el veto ruso

         Bueno, amigos. Podremos contarles a nuestros nietos que España tuvo una agricultura muy poderosa, de las más fuertes del mundo, hasta principios del siglo XXI. En esa época, tras décadas de tibieza y pasotismo, los Gobierno decidieron directamente que la agricultura no valía para nada.
         El país estaba en ruina, sufriendo una crisis. Lo único que daba algo de trabajo era la agricultura.. Pero, así y todo, nuestros gobernantes pensaron que había que sacrificarla para sacar algún tipo de ventaja en otro sector, o quizás simplemente por cobardía, por ineficacia.
         El dictador de Rusia, Vladimir Putin, ha vetado un montón de productos del campo como represalia por las quejas tras su anexión de parte de Ucrania declarada rusa por sus ciudadanos. La Unión Europea iba a dar unas ayudas a los agricultores afectados...
         Y esas ayudas se han paralizado.
         Entrar en la CEE costó que el campo español perdiera muchas posiciones en beneficio de países como Francia.
         Y ahora que estamos dentro, seguimos perdiendo posiciones: la Política Agraria Común (PAC) beneficia claramente a Estados como Francia, Alemania u Holanda. Países que ni siquiera son de la UE, como Marruecos, negocian dentro de Europa con condiciones mucho mejores que las nuestras.
         Y ahora, tras el veto ruso, la UE dice que nos aguantemos. Que las ayudas al campo español se paralizan. Mientras tanto, nuestros agricultores y ganaderos vivirán del aire. De comerse las frutas para que no se pudran en los almacenes.
         A nuestros dirigentes no les importa en absoluto el campo español. No saben defenderlo con eficacia, plantándoles cara a los demás países y amenazando con medidas de presión si es necesario. Los eurodiputados extranjeros, y sus comisarios y ministros, barren para casa, como es normal. Los franceses logran ventajas para Francia, igual que los alemanes, los holandeses, los polacos... ventajas que se traducen en que otros países pierdan: los que no se defienden bien.
         Tanto la COAG -cuya nota reproduzco a continuación- como la UPA y otras organizaciones agrarias, están lamentando lo que acaba de pasar en el seno de la UE, que no es más que un eslabón de la misma cadena: la agricultura y la ganadería españolas no están siendo bien defendidas en el seno de la Unión Europea, y se están hundiendo en beneficio de sus competidores.
         En vez de repartir fruta gratis, que sólo sirve para que la gente se apelotone y aplauda, sin ver más allá, los agricultores y ganaderos deberían redactar un listado de medidas básicas e inamovibles, y plantar los tractores en Madrid de manera indefinida. Una tractorada por la Gran Vía, y colapsar la ciudad. Los madrileños pondrán el grito en el cielo, pero seguro que se calman cuando se les diga que, de no ser por los productos murcianos y del Sudeste, tendrían que comerse las hojas del famoso madroño.
         No movemos los tractores hasta que lleguen las ayudas por el veto ruso. Y a ver si hay grúas capaces de retirarlos. Y eso sí: un centenar de autobuses con vecinos apoyándoles, con los alcaldes de los pueblos a la cabeza.
         En fin. Vamos con la enésima muestra de incompetencia. Luego los eurodiputados se quejan de que la gente en general los considera unos gandules que viven como quieren sin dar palo al agua...

Nota de prensa de COAG

La Comisión Europea anunció ayer a última hora que suspende las ayudas agrícolas de 125 millones para compensar el veto ruso

Madrid, 11 de septiembre de 2014. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) considera lamentable la suspensión de la ayuda comunitaria de emergencia de 125 millones de euros para financiar parte de la retirada del mercado de frutas perecederas afectadas por el veto ruso, por dudar, en palabras de la Comisión Europea,  de las cifras enviadas por Polonia. “Es un nuevo capítulo en la chapucera y cicatera gestión de la UE en torno a la crisis agraria provocada por el veto de Rusia”, ha subrayado Miguel Blanco, Secretario General de COAG.
         Esta decisión supone un mazazo para los productores de frutas y hortalizas españoles, ya que paraliza la retirada de producto y supone caldo cultivo para la especulación y el mayor hundimiento de los precios. Peras, manzanas y ciruelas han experimentado una caída de los precios entre el 40-50% respecto a la pasada campaña, situándose por debajo de los costes de producción.
         Asimismo, COAG tacha de inaceptable que determinados países, (fundamentalmente Polonia) y operadores comerciales europeos aprovechen el veto ruso para maniobrar con el sistema establecido de forma indebida. Es necesario investigar las cifras presentadas de forma exhaustiva y depurar responsabilidades. “Es injusto que se paralice el sistema por completo por las supuestas negligencias en determinados Estados”, ha puntualizado Blanco.
         COAG estará vigilante para que la Comisión Europea no aproveche esta circunstancia para paralizar y precarizar aún más el reglamento comunitario afectado, que de por sí ya había sido calificado por el sector agrario español como “claramente insuficiente” para afrontar las pérdidas derivadas por el cierre del mercado ruso. En ese sentido, desde esta organización se reclama a la Comisión Europea y al Ministerio de Agricultura que introduzca mejoras en la nueva reglamentación, ampliando presupuesto y lista de productos acogidos a las medidas de retirada (cítricos, patata, calabacín, berenjena) y elevando la cobertura al 100% de indemnización para todos los agricultores afectados sin ningún tipo de discriminación. Exigimos la máxima urgencia en la aprobación del nuevo reglamento, que no puede dilatarse más allá de la reunión del Comité de Gestión de la UE del próximo martes 16 de septiembre.


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