sábado, 17 de enero de 2015

Heladas y calenturas

Pequeña crónica de actualidad lorquina

         La semana empezaba igual que ha terminado: con unas heladas muy fuertes, que en zonas de Lorca como El Campillo o La Almenara han diezmado las cosechas de alcachofas y lechugas. Temperaturas por debajo de cero, una noche tras otra. El cielo raso, negro, hostil; daban ganas de esconderse de la mirada de las estrellas que parpadeaban indiferentes, a lo Lovecraft. El Wéndigo pasó por el campo lorquino y mató de miedo a nuestros alcanciles. Y ni una maldita nube que hiciera de manta térmica, aportando de paso una miaja de riego en forma de nieve.
         En la huerta frío; en la ciudad, ambiente caldeado. El secretario general del PSOE de Lorca, Daniel Martínez Fajardo, presentó su dimisión del cargo y su baja en el partido después de veinte años de militancia y cerca de dos sufriendo puñaladas, según él.
         Rueda de prensa en el Centro Cultural; ni siquiera en la Casa del Pueblo, a la que habían dejado de pertenecer. Caras largas. Fajardo, Paqui López, Mari Carmen García Beas... todos ellos anunciando su baja del PSOE. Y el concejal Rafael Ruiz, gallegueando. A preguntas y repreguntas de la prensa explicó que no se iba de la concejalía, ni tampoco del PSOE, pero que se solidarizaba con las críticas y acusaciones -ahora entraré en ellas- de los demás. Como mucho, se iba a ir del grupo municipal socialista convirtiéndose en concejal no adscrito, es decir, lo que solemos denominar grupo mixto. A ver lo que tarda el PSOE en expulsarle del partido, y a ver qué hace cuando se quede sin el carnet. Ruiz alegó un compromiso personal con la gente que le había votado; personalmente siempre he defendido que el acta no es de la persona, sino del partido. No se vota a personas, se vota a ideologías, o cuando menos a siglas o -en estos tiempos- al slogan que más nos seduce.
         Bueno; éstos se han ido, y el PSOE de Lorca va a afrontar un período, más o menos largo, de interinidad, hasta que se elija a un nuevo secretario general. ¿Por qué se han ido? Según Martínez Fajardo y los demás dimisionarios, porque en las cúpulas del PSOE lorquino, murciano y español ha habido pucherazos e irregularidades manifiestas.
         La tesis de Fajardo -que afirma poder probar con documentos- es la siguiente: él siempre ha sido visto como una persona crítica, una alternativa incómoda frente a Isabel Casalduero, la candidata favorita del partido, encarnado en Rafael González Tovar.
A finales de junio de 2012, uno y otra se enfrentaron en las urnas en unas primarias, y Fajardo fue elegido secretario general con un 58% de los votos de los militantes. A pesar de su victoria, y siempre según Fajardo, la cúpula del PSOE de la Región de Murcia siguió apoyando a Casalduero en perjuicio de la lista ganadora. El ya ex secretario da un nombre: González Tovar, que habría estado puenteándole, a él y a sus seguidores, tratando de meter a su candidata con calzador.
         Pero Fajardo -y quienes comparecieron ante los medios junto a él- va más allá y habla de pucherazos. Se refirió de pasada a un pucherazo inmenso en el PSOE de Cartagena -la cartagenada, como si fuera un pronunciamiento militar-, y habló del suyo, del que dice poder demostrar: resulta que a finales de octubre, el partido volvió a concurrir a primarias, en esta vez para designar el candidato a la alcaldía. En aquella ocasión Fajardo se enfrentó a Diego José Mateos, que fue el elegido por las bases... o no por todas las bases, ya que Fajardo dice lo siguiente: que en la sede de Ferraz, en el entorno de Pedro Sánchez, hubo una mano negra que purgó las listas de nuevos militantes socialistas lorquinos.
Es decir: a la hora de incorporar al censo a las personas que se acababan de afiliar al PSOE en Lorca, alguien sacó la lupa y echó para atrás a todos aquellos que sabían que iban a apoyar a Martínez Fajardo; mientras que pasó todo lo contrario con los que eran favorables a la candidatura alternativa, que fueron afiliados a tiempo para votar en las primarias mientras los fajardistas se quedaban fuera de juego.
Fajardo da por sentado que Sánchez conocía todo este pucherazo -la expresión es suya-, porque desde su entorno le mandaron mails denunciando la situación, y les consta que tales mails fueron leídos. Aunque el ya ex secretario apunta a que a lo mejor fue su secretaria quien leyó esos mails y los tiró a la papelera...
En fin; el lío es descomunal. Una dirección provisional, un concejal -uno por lo menos, aunque podría haber sorpresas- que dice que se va al grupo mixto... y el Partido Popular dando palmas. La misma mañana en que los medios grabamos la rueda de prensa de los dimisionarios, cierto concejal popular me saludó desde un balcón con una sonrisa de oreja a oreja y me dijo que ya teníamos la noticia de la semana.
Preguntado por los medios en un acto posterior, el alcalde Francisco Jódar dijo que, como dirigente del PP, no entraba en los asuntos internos de otro partido, pero que como alcalde de todos los lorquinos debía pedirles a los socialistas que deshicieran el entuerto, porque esto no era positivo para los ciudadanos. No es asunto mío pero la habéis liado parda, vino a decir; y tiene toda la razón.
¿Y la Casalduero? En primer lugar, lamentó profundamente estas divisiones, que según ella no le hacen ningún bien al PSOE. Pero en segundo lugar recalcó que su partido estaba obrando con toda limpieza en los procesos de primarias, y que había suficientes mecanismos de garantías y de control para que cualquiera pudiera seguir tanto las primarias como los sistemas de aprobación de nuevas altas.
Más historias. El consejero de Obras Públicas, Francisco Bernabé, ha vuelto a Lorca. En esta ocasión quiso presentar en persona el Estudio sobre el Tráfico, que formará parte de un futuro Plan Urbano de Movilidad Sostenible.
Hay trabajos duros, trabajos infames, y luego está el trabajo de las personas que han estado controlando el tráfico lorquino durante cuarenta días, sufriendo un atasco tras otro cronómetro en mano. Para confeccionar este plan urbano ha habido que controlar tiempos y frecuencias de paso de vehículos. Gracias a estos sufridores sabemos, por ejemplo, que por la avenida Europa pasan 1.400 vehículos en hora punta, y por la avenida Juan Carlos unos 1.600.
También nos han dicho que los tres ejes principales del tráfico y los atascos en Lorca son la avenida Europa, la conexión entre la rotonda de San Antonio y el enlace con la carretera de Águilas, y el eje de la antigua nacional N-340a, que entra en Lorca por la zona de Apolonia, pasa por avenidas Europa, Juan Carlos y carretera de Granada hasta dejar al sufrido conductor en la otra punta con un buen puñado de canas, habiendo ampliado grandemente el vocabulario de sus hijos si es que van con él.
Como solución, la Ronda Sur. Lo sé, ya los romanos hablaban de empedrar una Vía Augusta Sur para evitar los embotellamientos junto a la columna miliaria de San Vicente. Pero ahora el alcalde y el consejero dicen que va en serio. La ronda se divide en cuatro tramos; el primero (zona de Apolonia)  y el segundo (que pasa por encima del Guadalentín) los pagará la Comunidad Autónoma; el cuarto se financiará con fondos FEDER europeos... y el tercero, por encima del puente de la Torta, es un fleco que queda pendiente de a ver quién saca la pasta.

Eso sí: el consejero afirmó que en Lorca "no iba a haber Autovía del Bancal". Bueno; tal y como están las cosas, lo que no va a haber en Lorca, ni en el resto de la Región, son bancales. Por si no fuera suficiente con las heladas, que por cierto esta semana regresan, ya tenemos esa alianza Moncloa-Bruselas para que Marruecos prospere -y con él, los empresarios murcianos que invierten con éxito en esa dictadura africana que tanto nos putea en forma de competencia desleal, drogas, Ceuta, Melilla y mafias de patera. 

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