Sin duda los coches clásicos conservan
todo su encanto. Desde luego carecen de medidas de seguridad que hoy damos por
sentadas, como los airbag, el ABS... pero a cambio tienen unos motores y una
chapa que ya nos gustaría a más de uno. Y eso, por no hablar de su elegancia.
Tiempos en que no eran los ordenadores, con sus coeficientes de aerodinámica,
los que marcaban las líneas de los coches, sino el buen gusto de los
carroceros, prácticamente artesanos.
La Feria y Fiestas de Lorca ha acogido
esta mañana una concentración de coches clásicos; más de sesenta coches, y
algunas motos, que han recorrido las calles de la ciudad hasta el pantano de
Puentes.
Coches desaparecidos de nuestras
carreteras casi por completo, como el Renault 8, el Seat 1200 o el Citroën 8...
lujosos Mercedes de alta gama, deportivos devoradores de gasolina como el Ford
Mustang... Tiburones elegantes, e incluso un peculiar Simca Aronde que circuló
por España gracias a más de un lorquino que emigró a Francia.
Quiero compartir con vosotros un vídeo
sin pretensiones, que no es más que una selección de las fotos que he hecho
esta mañana con el móvil. Dedicado a quienes se esfuerzan por mantener al pie
del cañón a aquellos viejos cacharros que siguen llenando nuestras carreteras
de nostalgia y elegancia.
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